Si la pérdida de un ser querido, ya sea familiar, amigo, o incluso una mascota, es dolorosa y difícil de aceptar para los adultos, no es ilógico pensar que para los niños lo sea aún más, ya que ante sus ojos, el tema podría resultar incomprensible, lo que puede ocasionar una caída en su bienestar emocional.
Aunque los niños son vulnerables, cada uno puede mostrar comportamientos diferentes durante el proceso de duelo. Algunos manifiestan rabia o indiferencia hacia las personas a su alrededor, otros muestran tristeza un momento y luego van a jugar; sin embargo, debemos aclarar que todos necesitan ayuda para enfrentarlo.
Como padres, abuelos o familiares mayores, sabemos que es nuestra responsabilidad velar por la salud de los más pequeños y trabajamos continuamente para que, más allá de los problemas que se nos puedan presentar, ellos vivan felices, disfrutando una vida plena.
Ahora bien, cuando se trata del fallecimiento de un ser querido, tomemos en cuenta que también los adultos atravesamos por un momento doloroso, lo cual nos puede complicar la manera en la que nos dirigimos a nuestros niños.
Por eso es importante saber cuál es la mejor forma de acercarnos a ellos y qué palabras usar al explicarles la situación, para que se sientan protegidos y así asegurar su bienestar mental.
Bríndale bienestar a tu familia
Aunque no hay una forma perfecta de explicarle a los más pequeños que no volverán a ver a su ser querido, sí existen recomendaciones de especialistas para abordar esta situación. Como padres, familiares o maestros, pensamos en la manera más sutil y menos complicada para tocar el tema, y es posible que esto nos haga caer en algunos errores, sin querer hacerlo.
A veces creemos que ocultando nuestro dolor protegemos a los niños, pero no es así. Ellos son muy perceptivos y rápidamente pueden darse cuenta de que algo está pasando. Lo principal es explicarles lo que sucede usando un lenguaje claro para ellos, pero siendo honestos; al tratar de suavizar las cosas podemos confundirlos.
Por ejemplo, usamos expresiones como “se fue”, lo que puede llevar al niño a pensar que en el momento en que algún otro familiar salga de casa, es posible que no regrese; o “está dormido”, esto puede hacer que el niño sienta temor pensando que al ir a dormir, le ocurra lo mismo.
Nuestra psicóloga Iris González, especialista en acompañamiento durante el proceso de duelo, propone algunos consejos que podemos poner en práctica al momento de tratar la pérdida de un ser querido con los niños.
Cómo ayudar a los niños a enfrentar el duelo
La persona más cercana debe hablarles
Es primordial que los niños sientan seguridad al momento de recibir la noticia de la pérdida de un ser querido, por lo tanto, una persona que sea de su confianza es la más indicada para hablarles en un principio.
Usar un lenguaje directo con una breve explicación
Los niños en su pensamiento concreto no buscan razones más allá de lo que tienen frente a ellos; es decir, no es necesario darles una explicación detallada de los hechos, se debe manejar una información sencilla y precisa. A medida que hagan preguntas, podemos agregar más detalles.
Ser honestos al explicarles lo sucedido
Hay que tomar en cuenta que los niños, en general, son muy perceptivos y pueden notar fácilmente que algo está sucediendo, por lo cual es necesario usar palabras que ellos entiendan y no ocultarles lo que ocurre.
Mantener la calma al momento de hablar con ellos
No está mal llorar y estar triste delante de los más pequeños, pero es recomendable mantener la calma para no alterarlos, recordemos que los niños son más sensibles que los adultos.
Permitirles hablar de sus preocupaciones y hacer preguntas
Es saludable que los niños manifiesten sus sentimientos e inquietudes; desahogarse y ser escuchados los hará sentir más tranquilos. Es por ello que la psicóloga González recomienda siempre buscar la libre expresión de sus emociones.
Recordar con ellos a la persona que falleció
Recordar momentos agradables vividos junto a su ser querido es una forma sana para que todo niño enfrente el duelo. Es importante explicarles que no está mal mencionar el nombre de esa persona, por el contrario, pueden expresar su cariño haciendo memoria de anécdotas.
La psicóloga aclara que estas pautas son recomendadas para hacer del duelo un proceso más ligero para los niños; sin embargo, existe la posibilidad de necesitar ayuda profesional en algunos casos.
Es común que los niños manifiesten cambios en su conducta o en su rutina al perder a un ser querido, pero hay que tomar en cuenta que estos cambios son momentáneos. Si, por el contrario, estos persisten o se magnifican, se debe buscar ayuda profesional lo antes posible.
González expresa que algunos de los cambios pueden incluir: dificultad para conciliar el sueño, miedo exagerado al abandono, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, bajo rendimiento académico e incapacidad de recuperar sus rutinas.
Si estás atravesando un proceso de duelo y hay niños a tu alrededor, pon en práctica estos consejos y mantente alerta a cualquier cambio que observes en su conducta. Es necesario que hables con ellos y hacerles ver que estás ahí para escucharlos y aclarar sus dudas. De esta manera asegurarás su bienestar y los ayudarás a vivir plenamente.
Comparte con tus niños este cuento ilustrativo que les ayudará a entender la partida de un ser querido.